domingo, 3 de marzo de 2013

HESSE 104


Un cerebro gemelo compasivo y sacrificado inmola su existencia y la salva de la demencia postrera, de la mano abandonan los falsos paraísos: vámonos de este mundo  (llámenle inmundo…) antes de que acabemos locos de atar.
¿No sería tu obra, todas ellas, la imagen de Dios, de un dios?
Un Dios terrible y amorfo, terrorífico por su esencia invisible, su increíble insubstancialidad y sus propósitos finales, monstruoso por su indiferencia, inquietante por su pasmosa crueldad y culpable por su silencio.
“Jamás he descubierto a Dios ni en lo malo ni en lo bueno que me ha pasado en la vida.”
Da un paso más: abandona los dioses.
Esta sacrílega del arte, esta atea del pasado ha empezado a creer desde la afasia artística a la que le obliga su infortunio que Dios es la más fantástica creación que un artista hubiera podido imaginar.
La Forma de Dios.
¿Desde la felicidad o la desdicha?
Invéntate mil dioses. Hazte con sus mil formas trágicas o divertidas, serias o grotescas, fascinantes o repelentes, tranquilas o inquietantes. Todas serán falsas. No has de acertar con ninguna de ellas (¡oh, la grandeza del arte inacabable, imperecedero…!) Este modelo plural, esta idea infinita, ha de procurarte todos aquellos referentes intelectuales y plásticos que desees, y luego de su procurada diversión, todos ellos podrás arrojar sin escrúpulos al cubo de la basura.
¿Qué intenta hacer?
La imagen buena, mala, necesaria o prescindible, indescifrable o sórdida de Dios.
Se acabaron los cromos pastel, los vistosos ropajes, la barba blanca, la melena de seda, los cielos azules.
Lejos del fundamentalismo, su iconología e iconografía la entresaca de sus pesadillas y la chatarrería de un mundo en constante descomposición. No dulcifica sus sueños ni esconde sus temores a base de lisonjas placenteras a un ser omnipotente en su plástica.
No existe una imagen previa. No hay un imperativo canónico que revise o enderece la euforia creativa inicial.
Dios no es.
Todo está permitido, pues.
Esa era su meta, el noser del arte.

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