miércoles, 22 de febrero de 2012

HESSE 45

2011.
Los tiempos han cambiado.
75 aniversario del nacimiento de Eva Hesse.
Vaya usted a saber por donde anda: U68 o U120. Escondida entre galaxias, hurtándose al tiempo, huyendo de la quemante dentellada de los lebreles del cáncer.
En efecto, todo empieza a ser muy distinto.
Ingeniería mental: se sostiene en el aire. Como un inconsciente colectivo.
¿Todo a punto, mercader?
“En 1889 Tanguy me decía: todo hombre que gaste más de cincuenta céntimos al día es un maldito pillo.” (DE GOGH, página 227)
Sólo he sido enteramente feliz en el Bateau-Lavoir, se dice en 1972 don Pablo Picasso, Señor de Mougins, inmerso en la vie de château mientras recorre los atestados corredores de Notre Dame de Vie en la medianoche. Allá en la Butte el pensamiento era más libre, y el cuerpo era como un amigo feliz y era mucho mayor la ambición, puesto que todo, absolutamente todo, estaba por llegar, y desde lo alto de la colina hasta se podía ver una luz verde allá a lo lejos que apenas definía los contornos de las cosas, una luz verde en la noche de luna ascendente que parecía presagiar todas las promesas del orgiástico futuro.
En 1912 Picasso había abandonado Montmartre: ahora monsieur Pablo recibía en el 242 del bulevar Raspail.
De allí, poco después, a un lujoso apartamento en el mismo Montparnasse. Escalando, pues.
Los tiempos, amigo Vollard, están cambiando. Tu siglo de bastidores y pigmentos que dotaban de colorido el viejo París ha dado paso a patrones más serios y calculados.
Un billete de cien francos ya es moneda corriente en los bolsillos de un pintorzuelo no entregado en exceso a la bohemia y no demasiado loco a causa de la absenta.
Ni siquiera volverán aquellos años más cercanos de entreguerras cuando el pintor español, ya enriquecido, retornaba a Montmartre poseído por la sola idea de volver a abrir la puerta que le condujera a la Época Azul y poder ganar sólo unos céntimos, lo imprescindible que le permitiera comer al día siguiente una sopa de verduras con tocino, beber un par de vinos al atardecer en compañía de buena gente, mear a gusto en el arroyo central de la calle pueblerina y tumbarse en el jergón cuando el sueño le venciera, aun con los pinceles en la mano. Al amanecer, un vaso de leche tibia y cremosa comprada directamente al boyero que guiaba las vacas y los bueyes, el trozo de pan recién salido de la tahona todavía caliente y, más abajo, casi en el horizonte, la vista inmensa entre brumas azules de un París somnnoliento a los pies al que había que conquistar.
En 1900 eso bastaba para redoblar las fuerzas y seguir adelante.

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29 5 2011

Distinguido Señor:
A instancias de nuestro común amigo Dn. xxxxxxxxxxx nos permitimos dirigirnos a usted a fin de hacerle llegar una propuesta de inversión financiera de gran alcance.
Le rogamos que lea con atención la siguiente propuesta de participación.
Querido amigo, nos hallamos en pleno proceso de crear un Fondo de Inversión que garantiza una renta final del 350/400 por cien a los diez años exactos de su fundación. Quizás más. El asunto consiste en hacernos con un patrimonio artístico del orden de unos 1.000/1.500 millones de dólares en un año, a lo sumo en 18 meses. Por supuesto, nos referimos a obras de Arte Contemporáneo. Los artistas elegidos han de ser aquellos que aún no han sobrepasado los 35 años de edad, y cuya cotización actual se mueva en torno a los 100.000 dólares. Con preferencia, y salvo alguna excepción, que trabajen sobre soportes tradicionales. La práctica totalidad de los artistas que barajamos en esta fase primera de nuestro proyecto son nombres ya consolidados en ferias como Art Basel, Art Basel Miami Beach, Kassel, Venecia y en emporios culturales de la dimensión de Nueva York, París, Londres, Berlín y Tokio. Podemos agregar algún artista conceptual con abundante obra gráfica y, por supuesto, ya muerto, museable y de contrastada revalorización, del tipo de Eva Hesse por ejemplo. Hemos contactado con profesionales del sector con la finalidad de proveernos del material adecuado, por decirlo de ese modo. Contamos con la colaboración de un grupo selecto de asesores en Art Market Studies con sedes en Zurich y Boston, así como la cooperación de curators, marchantes, museos del más alto prestigio y galeristas (de entre estos últimos, los 30 que a nivel mundial deciden lo que es verdaderamente importante o no en el arte global de nuestro tiempo) que avalarán por escrito nuestros proyectos de adquisición iniciales y posteriores ofertas y subastas públicas. Una vez constituido el Fondo de Inversión pondremos a la venta cada año entre el 10 y el 15 por cien del patrimonio reunido. Al cabo de los diez años estipulados, se repartirán los dividendos y el Fondo dejará de existir.
En la confianza de haber suscitado su interés, quedamos a la espera de sus noticias.
Reciba el testimonio de nuestra consideración más distinguida.
Atentamente,
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Invisible. ¿Cómo darle forma?
Sin el tóxico de lo intercambiable. Es lo que es.
Y la incertidumbre, una incógnita por resolver de una ecuación humana, demasiado humana: podría no ser arte. De ahí su lenta desaparición hasta la nada, de ahí su clave.
Hesse, los materiales de tus viejas obras son ya un puro guiñapo, se caen a pedazos, pero he aquí que, convertidas en pingajo museable, alcanzan de promedio los dos millones de dólares.
Entretanto, genio, el diálogo está servido entre tú y yo.
Pero, ¿es que hay algo más importante que ello?
¿Dejaremos impunemente que cualquier cosa, la misma obra, por ejemplo, se interponga entre nosotros?
De ninguna manera, artista, ahora que ya nos conocemos.
Nada por aquí, nada por allá: la obra ha desaparecido.
¡Bonita magia, hechicera!
¿Qué hay de mis dos millones de dólares?

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