sábado, 19 de noviembre de 2011

HESSE 27

Ah, qué lista. Ha descubierto un truco formal que da mucho juego: en sus diarios y apuntes se oculta tras un distanciamiento fructífero. Escribe en 3ª. persona.
La inferencia orgánica. Protuberancia: seno; agujero: útero. ¿Otra vez… lo femenino?
Del puro geometrismo al desorden, lo heterogéneo.
La página en blanco. A un lado un croquis con el diseño y la nomenclatura de los materiales, instrucciones para el proceso final en la galería, la disposición, el entramado antojadizo sobre el suelo, en el aire, la pared como soporte: instalación en marcha. Pero ahora, la página en blanco. Está cansada, y esa luz amarilla…
Le gusta la tinta azul: símil demasiado evidente/metáfora como plástica, no es una equivalencia, es una sugestión capaz de ser plasmada: con ella escribe, se significa.
Etcétera.
La instalación como reflejo de la pesada carga de la memoria, de la conciencia estragada.
El apósito material.
Desde muy joven enredada en hospitales, el cuerpo como una traición.
-Desnúdese.
La acompaña su hermana mayor.
-Quítese la ropa.
La hermana mayor, vigilante.
Está harta del cuerpo, pero lo ama hasta con desesperación, él la vincula a las cosas y a las visiones, a la realidad, a los otros. Y en él se reconoce, por él llegan a ella.
-Tiéndase, separe las piernas. Más.
Siente que la hurgan.
Su cuerpo agujero…
2-11-1960: útero – dolores –ovarios –
El cuerpo siempre presente. ¡Qué escultura!

Una anotación: martes, op. (eración).

1966. Abril. Diario: las fuerzas latentes.

Lecturas médicas y quirúrgicas.
Recién vuelta de Alemania. Pide consejo, recaba opiniones sobre literatura médica, pues no está muy versada en eso. Finalmente, compra un pesado volumen encuadernado en piel de color azul: Gray’s Anatomy. A los tres días lo complementa con un diccionario médico en tres tomos.
Es suave, silenciosa y eficaz en sus asuntos: a nadie permite entrometerse. Dentro de sí los demonios. Es su estilo.
Se aficiona a leer esos tenebrosos volúmenes. Página tras página: revelaciones, la maquinaria viscosa, sangrienta y cromática de su interior.
A los pocos días, él la imita. La mimesis es un efecto inevitable en él (qué raras devociones).
-¿Empiezo por la “A”?-, pregunta El Interrogador.
-Empieza por donde quieras.
Abre el tomo II.
“D”.
Dolor: “El dolor es un estado de conciencia, una superposición psíquica a los reflejos protectores subconscientes…”

Se mira en el espejo. Deberías quererte.
EIDOS.

Cascadas filiformes descienden al suelo…

Geometría. Biomórficas.

Membranas esponjosas/Interiores/Fluidos.

Pandora: fibra de vidrio: desenreda la memoria: Right After.
Despojos.
Fischbach Gallery.
Nueva York, 1970.
Entrada libre
Una exposición.
(De su alma… a despecho del dibujo inocente, de la materia tan reconocible, la simplicidad infantil.)

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