martes, 12 de octubre de 2010

Ensayos para un estilo (22)

Vómitos, jaquecas, la náusea: existe una amplia gama de productos capaces de aliviar los dolores, E. tiene el suyo propio, intransitivo: martillazos sobre las planchas de acero, accionar el soplete de fuego, rompimientos de cartones, roturas de tejidos, retorcimiento de alambres, doblamientos de tuberías, anudar sogas, manipular la fibra de vidrio y su veneno.
“Digamos que su arte es un método, como el psicoanálisis para mí. A través de ambos llegamos a conclusiones que iluminan muchos aspectos de nuestra personalidad, de nuestros actos y relaciones con los demás hasta ese momento ocultos. ¿No le parece?”
E. investiga como suprimir temporalmente la regla de las diosas, toma un progestativo, danazol o algo semejante. Bloquea el sistema. Crea, pero es una creación culpable. Pronto libera de malas censuras su obra fluyente, y todo se desborda como las aguas limpias y frescas de un arroyo.
E. decide no volver nunca más al diván de ese falsificador (sic.).

Long Life: ABSTRACT INFLATIONISTS AND STUFFED EXPRESIONISTS.
Residuos colaterales del pop tardío, fue calificada la exhibición (pues tal era). Los equívocos comienzan enseguida, al menos respecto a E. La artista ha elaborado una bola de papier maché recubierto de cordón pintado de gris sujeta a una cadena. Como no se sabe de qué hablar, se dirimen influencias, se sugieren inferencias (sexuales o de otro tipo) y sobre todo metafóricas. Una semántica generativa ha dado inicio: cordones, alambres, sogas, junto a otros muchos materiales aún por exponer. He aquí las claves del vocabulario que van a configurar el lenguaje plástico. He aquí la piedra Rosseta, la solidez basáltica que sustenta el corpus de su obra, se diría en pasmosa e imaginativa reducción el hermeneuta de bolígrafo afilado y prosa taxativa.
Útero/ombligo sajado. Redondo contenedor al que el pene se inmola.
¿Una bola con cadena? ¡Una bomba anarquista!: las mil y una interpretaciones.
Remedo la entrevista de Cindy Nemser:
-Dígame ¿podríamos decir que la obra nace como un aborto prolongado y magnífico de la fábrica de su cuerpo?
-!?

Mayo,1970. Ella ha muerto.
En plena primavera, la gente parece feliz, renovada.
Veo salir de un Books and Magazines a D.G. Baja la cabeza rápidamente y cruza la calzada. Lleva una bolsa de papel cogida de la mano. Desvío la vista a fin de no comprometerlo. Me meto en la Biblioteca Pública.
Al salir, elijo para comer un restaurante de la cadena Tad’s Steaks, muy cerca de allí, en la 42. (2,75$: una gruesa tajada de carne a la parrilla, patatas con piel asadas, ensalada, zumo y un pedazo de tarta.)
A ella nunca le gustó la carne.
Repito la ración de carne y excluyo todo lo demás excepto el vaso de zumo.
En el metro, camino del apartamento en Queens, me asaltan unas arcadas invencibles. Vomito. Los pasajeros asqueados se alejan del rincón donde me encuentro. En la siguiente parada un vigilante me saca del vagón a empujones. Creen que soy un borracho. Sólo estoy enfermo. Sucio y maloliente, desolado, me cuesta hacerlo entender de ese modo. Llego a mi casa casi de madrugada.
A salvo.

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