lunes, 8 de noviembre de 2010

El último cuadro

Entre colores acaeció un caos.
El amarillo comenzó a temblar suavemente, una tenue vibración
que reverberaba al aire.
El azul mudó de lugar. Fue planta.
El árbol fue grumo. La forma (pues la pincelada era forma)
sólo era textura derritiéndose en el vacío blanco.
Escurriéndose el verde como la lava el bosque se hizo trizas.
El cielo se deshizo, (el ave negra surcó la cascada de luz
y desapareció por el horizonte).
Resbalaba el rojo del lienzo hasta venirse abajo,
hasta mezclarse con los delicados sienas,
los lilas se hundieron en la tierra pavorosamente oscura,
la piedra ascendió a la nube, fue pintura todo.
Una pasión. Un duelo. Se anudaron los trazos
en una inmensa plegaria.
Ya nunca fue silencio el cuadro.

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