Era la forma violeta de la piedra o la blanca de la nube o acaso la
grieta en el muro o el rayo de sol que brota del metal, evocaba
también el sonido del agua y el aire silbando entre los pinos
y a punto estuvo de cogerlo entre las manos
y jugar con ello, o sopesarlo.
martes, 8 de junio de 2010
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