La luna pasa...
Pensar ejemplarmente en los paisajes que nos sucederán después de muertos: las nubes haciéndose y deshaciéndose, los verdes árboles de junio, en el río fugaz huyendo siempre, los dibujos de la sombra en la ribera…
No en las huellas doradas en la arena, no en las voces y las risas y unos ojos que brillaban anhelantes, no en la alegría de aquella tarde y aquel lugar azul...
miércoles, 30 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario