martes, 23 de marzo de 2010

Artistas (10)


(…) Huid de los sueños. No admiréis ese aprendizaje técnico del pasado, de los restos de un arte artesano que proclamaba su sabiduría con el ojo puesto en el quehacer de unas épocas muy diferentes a las actuales, un simulacro de arte y unos procedimientos prestos ya a convertirse en pasto de aula de laboratorio (ha de desaparecer el óleo de esas clases de pintura, concluir la masa de barro en otros materiales flexibles que secunden lo ideal o lo metafórico), unos seminarios que honrarán a la palabra, y cuyas múltiples y polivalentes teorías de vertedero sustituirán unas prácticas de asunción disciplinar adocenadas, desterrarán el pincel y el palillo, el grafito, dejará de hacerse arte para empezar a reflexionarse sobre qué es el arte y a qué deseáis que os conduzca (al todo o a la nada), una docencia que hará del pensamiento y la cháchara su modelo interdisciplinar, acomodaticio y múltiple de secretas referencias: pensaréis. De artistas a pensadores en el corto vuelo de oruga a mariposa (o viciversa). Estad atentos a lo que pensáis. Qué importa lo que veáis. La historia del pasado, su insistencia en ella, la dejaremos en manos de los aficionados en excursión matinal, esos adoradores de las necrópolis y los museos, los cementerios y los libros de reproducciones, siempre en busca de una guía útil de advertencias y sobrada del análisis esclarecedor de lo que no se puede decir. Atended la teoría, los porqués, los cuántos, las razones que hacen de un hombre artista de las impresiones futuras, heredero de una estética radicada en lo más profundo de los interrogantes del presente y los patrones remotos de lo más oscuro de los tiempos, cuando la cueva, el rayo, la magia, el ciervo… Y que todo sea olvidado. Sed pensadores.¡Qué tránsito por los corredores del infinito concepto!
( De Senecio, II, 3)

No hay comentarios:

Publicar un comentario