El Encubierto de Valencia
Agotadas las vías expresivas tradicionales del tebeo de antaño, el comic de nuestros días ha renovado sus presupuestos no sólo temáticos e icónicos, sino que, al mismo tiempo, evoluciona en nuevas formas estéticas que posibilitan una expresividad en sus autores cercana a las creaciones más ambiciosas en el campo de la imagen. El experimentalismo, la incidencia en un dibujo que abarque todo tipo de propuestas (incluso abstractas en algunos casos), tanto en el terreno intelectual –ideológico, político, social-, como en el eminentemente artístico –fractura con el pasado e innovaciones incesantes en cuanto a una formulación plástica que no desdeña el lenguaje más rupturista así como el guión más especulativo-, conduce a este octavo arte, como se le ha venido a llamar, a metas próximas a un nuevo modo de narración visual. Tal vez, y no es demasiado insensato creerlo de este modo, a la novela del futuro. Al igual que sucedió en el cine una vez se definió como arte, y antes en la literatura, en el comic hace lustros que empezó a importar más cómo se cuenta que lo que se cuenta.
Sin embargo, el canto del cisne del antiguo tebeo aún se deja notar. A finales de la década de los noventa del pasado siglo se manifiestan diversos ejemplos de una supervivencia que proclama su deseo de testimoniar un pasado memorable, como un testamento gráfico que atestigue toda aquella figuración, iconografía y elementos expresivos y narrativos que durante tanto tiempo reinaron en la cultura popular.
En este sentido ejemplar se erige El Encubierto de Valencia, una serie realizada entre los años 1985-1996, ambientada en la Valencia del siglo XVI, inédita en la actualidad, de cerca de un millar de viñetas a tinta china en más de un centenar de dobles páginas, donde se recoge a un nivel ilustrativo de la máxima exigencia toda la herencia dibujística, a modo de exhaustivo catálogo de los arquetipos, situaciones y caracteres propios de la narración gráfica, que a lo largo del tiempo fue sedimentándose en la historia del tebeo español.
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